viernes, 5 de marzo de 2010

La historia y el avatar.

Una película me vi anoche, se llama Avatar, antes de verla dos personas muy cercanas a mi me hablaron de ella, Monica y Mario, entonces decidi ver por cuenta propia de que se trataba la película. Resultase que el asunto de la guerra y el exterminio de las culturas indígenas aquí es llevado a un plano a donde los exterminadores son representados por las mismas fuerzas que se reconocen hoy a la cabeza de Estados Unidos y los indígenas unos habitantes de otro planeta, bien, escribo esto desde Tarapacá al Amazonas, y la primera pregunta que se me viene a la cabeza es ¿Soy yo parte de las fuerzas de exterminio de las culturas indígenas? ¿Están las culturas indígenas siendo exterminadas? En fin repasemos un poco como sucedió la cosa, resultase que por alla antes de que llegaran los españoles aquí ya se estaban dando en la jeta los unos con los otros, luego llegaron los españoles, ingleses, portugueses, franceses y holandeses y le dieron en la jeta a los unos, a los otros y entre ellos, llego la Iglesia, la protestante y la Católica, y justificaron con sus literalidades del cielo y el infierno, gran parte del exterminio. Pero hiendo un poco mas allá de la clásica historia de los buenos y malos, como se ve en Avatar, estamos hablando de seres humanos, que sin darse cita se encontraron, se juntaron, se encantaron y repugnaron, seres humanos todos, no hay uno de este u otro planeta, todos viviendo el mismo tiempo cósmico de la historia galáctica. Bueno, esto lo cuento con cierto sentido de culpabilidad cuando pienso en mi trabajo aquí en el Amazonas, ¿Para quién estoy trabajando realmente? ¡De que se trata ese poder que se teje desde el estado bajo el amparo prodigioso de la ciencia? Muchas preguntas y pocas respuestas, o más bien una respuesta, no sé. A veces la critica clásica que alude a las culturas indígenas una situación de paraíso perdido por culpa de otros, y esos otros son los villanos occidentales, es tan solo la cara bonita del efecto contrario, hablar bonito de los otros y recriminarse un poco puede hacer sentir mejor a la conciencia, pero no devela las puntadas históricas sobre la cual se dan los hechos, todo pasa por algo digamos, y eso incomoda aceptarlo, pues pensar que el exterminio indígena en América sucedió por algo es como justificarlo y decir que asi tenia que ser y que no pudo ser diferente, pero no, cuando se dice que todo sucede por algo se dice realmente que la historia humana esta recorriendo un cauce y el rio nunca pasara por otro que no sea ese, y ese cauce tiene una dirección, la voluntad de la historia? De quienes la hacen? De la divinidad? Bueno, muchas preguntas y una sola respuesta: no se.

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