viernes, 5 de marzo de 2010

The Pilgrim


Y bien, siendo así todo lo que aquí les vengo yo contando, en las fechas navideñas todo se hace mas álgido, porque el mundo estando patas arriba embadurnándose de cosas empacadas en papel de colores, disfrazando el cariño de inagotables consumos arde para quienes en lo hondo sentimos y anhelamos lo que realmente está pasando hoy: el nacimiento de Jesús. Y aunque no siendo un asunto primordial de fechas y esas cosas, el destino desdibuja los escritos de la historia y nos presenta ante nuestros ojos el nacimiento del Hombre, la salvación ahistorica y eterna de la humanidad. Y entonces lo siento cerca de mi pecho, combinado con escenas de borrachos que odian hasta sus propias pantuflas y no temen decir y expresar toda su maldad, lo más gracioso y paradójico es que además se sienten buenos, cuando dicen, “deberían matar a…”, “ es que odio a…” “no se quien nos tiene jodidos”, etc, etc, sarta de impomperios, ojos ciegos que tropiezan, pero aun no lo saben pues al frente de sus ojos siempre han habido tinieblas, no se porque sale el que sale, porque se salva el que se salva, pero si de algo estoy seguro es que no es un asunto de la política nacional ni de la internacional. Sangre de mi sangre, sangre que rechazo, sangre de Jesús, esa si la acepto, porque naci en una familia que oculta lo más valioso, y ahí estoy yo ahora jugando el juego y añorando la verdad, viendo el derrumbe de cada uno y el dolor de nunca ser lo que todos realmente somos. La exageración es siempre un recurso metodológico mas no ideológico, y asi como amo a Dios así también a los hombres y mujeres que componen mi familia, pero me siento ahogado con ellos, y los veo ahogados entre ellos, sin poder respirar, ver al cielo, contemplar las estrellas, echarse un pedito y ver que la navidad es más bonita que la comida, los regalitos y la pompa gloriosa de esta vergonzante aristocracia de pueblo latinoamericano pero que se jura del mismo London.
Recuerdo decir todo lo que siempre quisieron oir, recuerdo callar todo lo que nunca quisieron callar, avergonzado de mi mismo quede por muchos años, confundido y buscando como cualquier mortal de este pedazo de cemento, un extraño vacio lo invadía todo, un letal gas que me hacia asfixiarme, entonces lloraba y lloraba, por esto y por lo otro, estaba desarmado totalmente, ignorante victima de mi propia sensibilidad y puesto a prueba por los cielos. Disculpara el leyente le da la sensación de estar leyendo a algún iluminado, no lo soy, solo lo busco, no lo pretendo, sumiso ante Dios y sin miedo ante los hombres busco día a día, segundo a segundo, la sabiduría que me permita ser un pincel del diseño divino de este cuento. Por chiripa o casualidad, por algo me entere, siempre lo rechacé y ni siquiera lo contemplé, leí libros de muchos autores, novelas, escritos de aventura y mucha filosofía, siempre dejando de lado esta historia por la que siempre me definí en oposición sin saber porque, pero sucedió que antes de irme para Australia mi abuela una Biblia me regalo, no la abrí hasta que por la necesidad (estaba en la olla, sin dinero y de aventura) fui a vivir a una comunidad cristiana al norte de Australia en Queensland, fui puesto sobre la escena del libro que me revelaría los capítulos que escribo en esta historia.
También la memoria se me refresco en la noche de navidad, me hicieron recordar de cuando se me invertía el mundo, pero lo que pasa es que nunca les conté que lo que pasaba es que empezaba a enderezarse, sufrí mucho e hice sufrir a mi familia, pues me levantaba gritando y gritando, pues evidentemente algo se estaba moviendo parecido a una placa tectónica en los fondos de la tierra, así mismo el albedrio con cara de susto y comadreo me hizo venir a los momentos más duros que este cuento se ha contado. Los dedos se me cansan y la mente poco sirve, de nada de nada ha servido tanto escrito pues el escribiente continua igual navegando en ciclos y sin entender, siendo lo que no quiere ser y recriminando su propia decisión, el recuerdo es pesadilla como de esas que me asaltaban por la noche de cuando el mundo inverso empezó volverse el mundo de colores.

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