Dejemonos de actuallys (continuacion)

Bueno, y la segunda parte de la historia de dejémonos de actuallys viene cargada de amores y sin sabores, tiene como protagonista al águila que un día conocí en la iglesia del municipio de Ubaté, y que no se si la trajo la vida o la internet. Pero como siendo la fe del escribiente mucho más de lo grande que la duda del destino, fue esa misma energía que divirtió a la revolución de la recocha, antes conocida como del color y la alegría, la que sigue las memorias ahora en tierras tarapaqueñas, que me tilden de loco de una vez pues a eso de las dimensiones realistas a donde todo es nada más que una subjetividad y no existe la verdad que no me lleven, y que sea Dios quien con mi Fe transporte los encuentros y desencuentros que se tengan en la segunda parte de dejémonos de actuallys. Mi corazón sigue siendo tonto y honesto, por lo menos más que antes y a la niña que ahora duerme al lado mío y con la cual la nada me visita sí que sale con historias dignas de esos hombres vacios de espíritu y corazón. No sé cómo ser tan ciego y parecer desagradecido, no sé qué pasa cuando por la mañana se pone hacer sus yogas, es que no se tiene la sabiduría más sagrada y se aferra a esa que le enseño la babylon. Y pues a mí me duele, no voy a negarlo y ella sabe perfectamente que asi es, pues no se hasta donde sea suficiente decirle que es real, que alejo no es alejo y que patacas sos un dios, sea lo que sea, por chiste o por serio todo nos lleva en el mismo punto, quizá deba abandonar las arcas de witnessing directo para volver al silencio y la verdad de la sensación. Entonces como un muerto la sentiré yo al lado mío, a mi me hierve la sangre y la quiero abrazar muy fuerte, desnudarla despacito y hacerle el amorcito, con una gracia y sonrisa pues que niña mas bonita, pero esa historia parece ser de letras, pues los conjuros toman direcciones disparatadas, se creen de pa un lado y terminan de pa otro, quien sabe cómo se materialice la energía que aquí se ha depositado, sin embargo el rezo nunca falla y que la proteja lo mas bello, que encuentre lo mas puro y que su corazón se vista de la mejor coraza. Que su tarjeta de crédito se queme y que muera el ego de los dos, y porfavor darle al pato sin querer la vanidad.