martes, 6 de octubre de 2009

La cura y la medicina: miradas varias.


En preguntas y preguntas sobre lo que pase por allá en la amazonia, me encontraba ahora merodeando por las letras de los señores que publican en revistas científicas, pase primero por una discusión geopolítica en la historia del Brasil, antes, hace días, leí un artículo sobre reetnizacion, y ahora me disponía a leer uno que hablaba de la medicina tradicional con la occidental, discusiones que iban por allá y también por acá y sin siquiera terminar de leer el ultimo, cambie de ventana y me puse a escribir, pues es que no basta encontrarse con las primeras tres líneas de un artículo que habla sobre la convivencia de la medicina tradicional con las practicas occidentales, cuando llegan a mi mente muchísimos pensamientos de los que quiero escribir, pero me toca parar, y devolverme en la ruta, pues es difícil cascarle al palo para que caiga el mango, todo parece estar llamando a la humanidad, vamos montados en el mismo tren y quien sabe pa donde nos lleve.
Indistintamente de cuál es la palabra más apropiada para nombrar esa acción que se conoce como el curar con la palabra, sea un chaman, un sacerdote, un médico, brujo o mamagallista, en fin, a cualquier mediación entre las fuerzas universales y el performance social en la curatoria del alma humana, se requiere legitimidad en sus prácticas sustentadas en un conocimiento y un modo amplio de pensar y actuar, portadores de una tradición e historia, la cual determina en amplia medida un modo de actuar y de estar en el mundo. Seguro no se ve con los mismos ojos desde otro punto del escenario a donde el dialogo medico de la espirituologia actúa, el performance de la cura y la reparación espiritual parecen recubiertos de un cierto halito de saber algo mas alla, el sentido del elegido, el llamado a cumplir los designios de Dios, los círculos sacerdotales del cristianismo, del islamismo, el judaísmo, los chamanes, curanderos, la sociedad de espiritistas, en fin cualquier fracción que podamos reconocer en la sociedad. Asumiendo el recurso metodológico de Max Weber sobre los tipos ideales que surgen de la habladera, y que en el texto escrito se traducen a características ideales que se dicen sin llegar a reducir la vida, diversa y sorprendente, en un universo estereotípico de la academia y el pensamiento objetivo, nos encontramos con dos tendencias, por un lado, la visión mecánica y por el otro la holística, no vale la pena definitivamente profundizar en cuanto a conceptos pues la segunda ley de Pambele que dice que “todo tiene que ver con todo” desmonta inmediatamente la contemplación eterna de los objetos y el deleite estilístico de palabrejas sacadas de lo más reticente del academicismo, es algo tan simple y a la vez tan secreto, que a veces pareciera estúpido preguntarse porque será que lo más sencillo y lo que se entiende como secreto es la verdad más evidente. Ayer en Rock al Parque una de las bandas iniciaba su discurso hablando de Dios, la Divinidad, el Ser Superior, que verdad es eso que se da por visto y no se le da un solo minuto de reflexión? Yo no se, “solo se que nada se y del bachillerato me gradué” decía el Comandante Wiwa.
Cualquier discusión académica que se someta a pobres condicionamientos de la lógica conceptual, no puede desembocar en algo distinto al desarrollo de un texto vacio, sin piso y sin sentido, violando el derecho inalienable de la Revolucion de la Recocha a divertirse mientras se estudia, lo que se conoce en la lengua del ingles como el “have fun”. Aurelio Gallo en uno de sus textos habla de la educación para la forma, de cómo esta antes de formar un espíritu creativo duerme el alma y atesta la cabeza de pensamientos que no se manifiestan ni satisfacen. Pasa algo parecido en las discusiones acerca de las formas sociales en que aparecen estos actos, a la medicina occidental se le adjudica un objetivismo, racionalismo, mirada mecánica del cuerpo humano, mientras que a las tradiciones de los pueblos se les ve con ojos de animismo, de invocación a lo otro; lo sagrado y lo profano aparece de lado y lado, solo cambie el que y con respecto a que; a la medicina occidental se le reconoce como una medicina secular, es decir, universal, aplicable a toda clase de bicho humano, mientras que a la medicina tradicional se le da un carácter de subjetividad. La cura de almas, medicina, o cosa que se le parezca no es tan solo un acto de acuerdo y creencia mutua como lo trata de ver ese sociologisismo del cosmos, que no dice nada ni se compromete con nada, antes aun cae en las líneas del sospechoso silencio. En las ciencias ciertas de Scooby Doo la cosa se pone mejor aun, porque los alumnos aprenden a meterle gracia y a decir burradas, para que algo medianamente verdadero pueda suceder.
No sé porque hoy se me da por esto de hablar, será porque aun tengo adentro de mi una contradicción que me hace tomar impulso para poder escribir. Cuando escucho de almas abro mi oído y me quedo pensando que será lo que pasa, pues asi la vaina sea lo mismo para todos, un discurso nunca lo iguala, y siempre se debe arreglar con las posibilidades del encuentro, sea para sentirse un cristiano o un musulman. Uno de los efectos mas importantes es el de “elegido”, pues legitima la creencia y la hace real, mi pregunta me lleva hacia que es lo real, pues no me creo eso que el performance social no tiene nada que ver con las fuerzas universales del cosmos. Alkalawi de las Cucunubainas decía, en una de tantas y elucubrosas ideas, “desde un sin sentido todo cobra sentido” y así, por supuesto, cuando aquí se confunde a la racionalización con la experiencia, otros dirían, que es una racionalización de la experiencia, y que se separa entonces de algo más alto, se escucha de Dios y se dice de El tanto que yo no sé como lo conoceré pero seguramente la Fe lo trae hacia acá y me indica el camino que debo tomar.

No hay comentarios: