martes, 6 de octubre de 2009

El espíritu del conocimiento simple.

Cuando el cuerpo duele se suele preguntar a un doctor para que este aplique un conocimiento, y entienda las causas de porque el cuerpo duele, cuando una esfera resbala por una pendiente nos podemos preguntar porque su aceleración, entonces sacamos los vectores, el punto más alto y en el más bajo y vemos como es la relación entre x y y, así sabemos el porqué de la aceleración. Un triangulo equilátero tiene tres lados iguales, un cuadrante es cualquier figura cerrada con cuatro lados, y una recta, cualquier sucesión de puntos indefinidos en los dos sentidos. Simple, a veces me pregunto porque la educación se encarga de volver complejo lo que es más simple de entender, para decirles lo que les dije, tuve que estudiar y partirme el sieso durante varios años en el colegio Refous, fue fascinante escarbar en lo complejo pues cada vez daba la sensación de estar descubriendo algo nunca antes descubierto, y entonces la curiosidad aumentaba y me remitía a mas y mas libros, comparaba y trenificaba saberes, quería saber el porqué de todo, de esa lógica inmanente, absoluta y perfecta que se ve en las matematicas, no me interesaba la operatividad de los ejercicios pues lo encontraba técnico y muy terrenal, quería ir allá a donde el espíritu rosaba con lo indecible, hacia la metáfora perfecta, lo inacabado, lo inalcanzable. Me pregunto tanto en estos momentos, que hago parte de la fauna académica de la amazonia, porque será que la inteligencia va en sentido contrario a la sabiduría, pues en la medida que aumenta el conocimiento, aumenta el sufrimiento y el espíritu se opaca y hasta se niega. Hace unos minutos una niña aquí me decía “yo soy poco espiritual”, el comentario surgió cuando vi una cruz colgar sobre su pecho, me dijo que no significaba nada, que solo le parecía bonita y ya, y además como cosa rara, que era católica. Y pues bueno sin ir muy lejos y sin adentrarme en misterios, cuando una persona dice ser poco espiritual, más bien se refiere a que reconoce poco su propio espíritu, pues decir que uno es poco espiritual, es como decir que se es medio humano, o algo parecido, los pocos espirituales no existen, están los que lo niegan y no lo quieren ver, quizá ante otros porque ante uno mismo es imposible no sentirlo. Esta misma niña cuenta con fino detalle todo acerca de su trabajo, lo que ha leído y descubierto, le pone un tono de verdad a las cosas que pareciese estar postulada para diputada o la asamblea, salgo espantado y hasta emputado, pero hay es cuando entiendo, que no es la inteligencia el don más preciado, sino es la sabiduría, la paciencia y no callar la jeta cuando hay que abrirla. Todos los caminos llegan a lo mismo, todo es como un cuento ya contado desde antes, un final aquí se asoma y hay quienes aun permanecen encerrados, lucen fuertes y seguros, se piensa en el trabajo, la maestría, el contrato y el doctorado, es como el well doing que hecha mucho cuento, pero por lo menos yo no les como cuento.

No hay comentarios: