martes, 6 de octubre de 2009

(Sin titulo)

En la selva hasta ahora no he visto mas que cemento y una vida que poco se acuerda de la tranquilidad de la naturaleza, un día de cosas bizarras acaba de pasar en que los encuentros se realizaron y con ellos la sensación que si la energía no va estar bien sintonizada pues entonces me atendré a esto y a quien sabe que mas asuntos del destino, si mi voluntad caduca pierde la observancia y acción asertiva sobre la misioncita del presente es obvio que no se pueden esperar frutos grandes y jugosos, sino amargos y malformes. Con un extraño personaje hoy me he topado, resulta que venía yo de eso de las brasilias cuando recibí una llamada de mi abuela, hable con mi tío Georgie y Elías también, entonces mi abuela me dicto el teléfono de un señor que en Leticia vivía, que sorpresa los encuentros cuando aparecen de esa manera, pues no dejan de develar los sueños cercanos del deseo y el no deseo. En muchas ideas puede irse esta historia que queden consignadas y no las lea nadie, una vez mas me atengo a lo que mi cabeza saque de manera recochologica así deba sufrir por los muchos lamentos y lo poco de gracioso que puedan sonar. Cuando pienso en la comedia me encuentro atrapado y luego me suelto a esperar como se desarrollan las ideas sin pensar, luego se sorprende al ojo propio del jijuemadre, quien en exclamaciones y sorprendencias se viene aparecer de esta truncada inspiración. Si algún día por ociosidad usted señor lector se pone ante una pregunta del destino entonces hágalo por el lado de porque está leyendo esto, y quizá mejor sería ya parar, como esperando encontrar un algo secreto que no es más que lo más evidente, pero aun se sigue ahí, husmeando y curioseando.

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