En el puesto de atrás

Vuelvo de nuevo al puesto de atrás, a donde solo se puede adelante observar, no hay ventana de atrás ni aire que entre, la resistencia es menester cuando nada puedo hacer. Entonces me paro y busco respirar, encuentro cantando un grillo saltar, visito el camino y lo llevo al final, y entonces despierta el instinto animal, veo pa atrás y nada yo veo, al frente hay cabezas quietas y no está la rosita que tanto me gusta e imagino besar. Un olor nos cobija y pienso hacia atrás, recorro los pasos de un viaje final, aun no ha terminado pues sigo moviendo, un circulo que ahora se hace espiral, allá esta la meta, el centro de todo, llamando muy fuerte, tratando decir, que espera la cosa y la veo llegar. Así el ruido me aturda y la canción me recuerde, que nunca más miedo se ha de sentir, agrada al espíritu la decisión que se toma, por cumplir la misión y no más escapar. El silencio ahora llega, gracias a Dios, el son cubano acompaña los versos inútiles de una tarde caliente en Tarapacá, ya trabaje en eso del investigar, ya perdone el pasado animal, y mientras busco en la conciencia algo mas que escribir, seguiré así, sin mucho decir. Merodeo en caminos, y azaro este cuento, como mas darle su espera, a un tiempo que muere y a otro que nace.